Cairngorms – Ruta 6. Ben Macdui – Loch Avon – Cairn Gorm

Esta ruta, que implica la subida a la cima de la segunda montaña más alta del Reino Unido, es a menudo calificada como una de las más duras dentro de la enorme variedad que ofrece Cairngorms National Park. No en vano, es una de las más agotadoras y complejas que he realizado en Escocia, una caminata que requiere de un grandísimo esfuerzo físico y de ciertas habilidades de navegación y orientación -más si cabe con meteorología adversa-, ofreciendo además algunos puntos de muy difícil acceso en algunos de los tramos. Pero su dificultad se ve recompensada con el hecho de adentrarse en pleno corazón de la Escocia más salvaje y de disfrutar de algunos de los paisajes más brutales que pueden contemplarse en esta parte de la Gran Bretaña.

Distancia aproximada: 21,4 km. Duración: 5,5 horas. Recorrido: Circular. Nivel técnico: Difícil en la mayoría de los tramos, con ascensos muy exigentes y descensos algunos de ellos muy pronunciados y complejos. La subida comienza desde el inicio mismo de la ruta hasta prácticamente la cima de Ben Macdui, a excepción de un tramo de llanura justo antes de la misma. Coronada la cumbre, comienza el descenso hacia la orilla de Loch Avon, con algunos tramos de bajada casi verticales que requieren de mucha precaución y que, además, involucra el cruce ni mucho menos sencillo de un río ciertamente caudaloso. Pasado Loch Avon hay que hacer frente a la parte más dura y complicada de la ruta: la subida a través de Allt Coire Raibeirt. Este tramo, verdaderamente agotador y fatigoso, desemboca en la falsa llanura previa a la cima de Cairng Gorm. Una vez recorrida ésta y alcanzada la cumbre, el tramo de bajada es largo y monótono, aunque sencillo y siempre con unas excelentes vistas de fondo de Loch Morlich, Glenmore y buena parte de la zona norte de Cairngorms.

Vista en perspectiva de la ruta seguida, pasando por Ben Macdui, Loch Avon y Cairn Gorm. Imagen tomada de Google Earth
Perfil de elevaciones del trayecto. Tomado de Google Earth

Siempre es necesaria una buena planificación antes de hacer una ruta senderista, más si cabe si ésta alberga un cierto grado de dificultad. En el caso de la subida a Ben Macdui, podría decirse que la planificación debe ser especialmente meticulosa porque el recorrido en sí es complejo, con una longitud considerable y a lo largo de una de las zonas más remotas de las Cairngorms septentrionales, con algunos puntos de paso nada sencillos y no aptos para cualquiera. Pero es que, además de tener que considerar estos factores, hay que tener muy en cuenta que, si no se dispone de vehículo propio, como era mi caso, hay que hacer una muy meticulosa organización referente a los horarios de transporte público, dado que la ruta, circular, comienza y acaba en el aparcamiento de la estación de esquí de Cairngorms, lejos de Glenmore y más lejos aun del pueblo de Aviemore, por lo que hay que ir midiendo muy bien los tiempos durante la travesía para intentar llegar a tiempo al punto final y poder tomar de nuevo un autobús que nos lleve a nuestro lugar de pernocta.

Cairngorm Mountain Scotland, punto de inicio y final de la ruta

Una vez en el aparcamiento de Cairngorm Mountain Scotland, bajado del autobús y sin perder tiempo, me puse en marcha tomando el camino que conduce hacia el sur. El terreno es abrupto y en pendiente positiva casi desde el mismo comienzo, aunque siempre por veredas bien marcadas en las que el riesgo de salirse de la ruta establecida es mínimo. Pese a que la climatología no fue excelente aquel día, pude no obstante disfrutar de unas excelentes vistas de los paisajes que se extendían a mi espalda, hacia el norte.

Una vez superado este primer tramo de subida, se alcanza una extensa meseta que bordea por su lado oeste a Lairig Ghru. Es una planicie árida, casi sin vegetación y sin ninguna arboleda, de fácil recorrido y sobre la que se ubican, cada cierta distancia, mojones de piedra para servir como orientación en el camino hacia la cima de Ben Macdui, especialmente en condiciones de meteorología adversa.

Paso a través de la meseta hacia el sur, bordeando Lairig Ghru

Dejando atrás esta extensión de terreno llano, que es bastante inesperado dada la subida tan exigente que le precede, se acomete el segundo tramo de subida, esta vez hacia la propia cima. Cosas que ocurren -con frecuencia- en la montaña, cuando comencé la ruta la visibilidad era bastante decente, incluso cuando recorría la parte más al norte de la meseta. Pero la climatología se fue ensombreciendo con una rapidez sorprendente y una espesa capa de niebla cayó sobre el terreno, dificultando sobremanera la visibilidad y haciendo de este tramo un lugar en cierto modo peligroso, porque los precipicios hacia el Lairig Ghru están muy cerca, y me refiero a unas caídas realmente imponentes a través de paredes de piedra casi verticales en las que las posibilidades de salir ileso -o incluso con vida- de una caída en ese lugar son prácticamente nulas. En numerosas ocasiones, desgraciadamente algún senderista, y no me refiero a simples aficionados que van muy esporádicamente al campo, sino a gente muy experimentada y con unos conocimientos considerables acerca de la montaña, se han desorientado en condiciones meteorológicas adversas y han venido a despeñarse, algunos de ellos pagando con su vida el trágico error. No es ninguna tontería, pues, organizar muy concienzudamente cualquier ruta, incluso las que puedan parecer fáciles y sin complicaciones técnicas, pues en el campo, y especialmente en entornos de montaña, todo toma un cariz muy diferente. Unos conocimientos básicos de orientación y marcha e incluso de supervivencia son fundamentales a la hora de garantizar una travesía exitosa, placentera y sin percances.

Tras un buen rato de caminata por un tramo bastante hostil debido a las condiciones de aquel día -llovizna, frío, visibilidad muy pobre, hielo y nieve- alcancé la cima de Ben Macdui, en el punto de coordenadas 57°04’13″N 3°40’08″W y a una altitud de 1.309 msnm. Esta es la segunda montaña más alta de Gran Bretaña después de Ben Nevis, y la más alta de todas las ubicadas dentro de los límites de Cairngorms National Park.

Cima de Ben Macdui
Refugio de montaña, que seguramente ha conocido tiempos mejores, sobre la cima

Dejando la cumbre atrás, viene un largo tramo de descenso por veredas bien marcadas y sin dificultad técnica alguna. Saliendo de la zona más alta la visibilidad mejoró notablemente, por lo que pude disfrutar de unas excelentes vistas panorámicas en el tramo de bajada de Loch Etchachan al frente, los flancos de Ben Macdui al oeste y de los imponentes precipicios que se abrían a mi derecha, hacia el este.

Pasado este tramo, llegué a Loch Etchachan, con coordenadas 57°04’59.2″N 3°38’26.2″W, un atractivo y remoto lago de montaña de agua dulce, de tamaño nada despreciable, ubicado en lo profundo de la meseta central de las Cairngorms. Como dato curioso, hay que destacar que es la masa de agua más alta de su tamaño en el Reino Unido, cuya su superficie se eleva a los 927 msnm.

Loch Etchachan

Una vez alcanzado Loch Etchachan, el cual se encuentra sobre una pequeña llanura, hay que cruzar una corriente de agua en el extremo este de Little Loch Etchachan, punto de coordenadas 57°05’00.7″N 3°37’49.4″W, y que en el momento en que yo lo hice no se presentó la tarea tan fácil como era de esperar, señal de que, en casa, frente a la pantalla del ordenador y los mapas, en apariencia es todo mucho más sencillo que en el campo, con las condiciones reales del terreno.

A partir de este punto y tras una pequeña subida sin ninguna complicación, comienza de nuevo otro descenso, esta vez mucho más abrupto y complejo con tramos en los que hay que bajar por zonas prácticamente verticales y por las que hay que ir constantemente empleando los brazos como apoyo, extremando la precaución de no dar un mal paso y despeñarse por aquellos parajes hermosísimos, pero también despiadados. Aunque como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones, es desde los lugares más difícilmente accesibles desde los cuales se obtienen las mejores vistas. Y en este caso, yo pude disfrutar durante la bajada de algunas de las panorámicas más brutales -en el buen sentido- de las que recuerdo haber tenido la suerte de contemplar en Escocia. Frente a estos escenarios, es donde uno se da cuenta y comprende la pequeñez del ser humano frente a la grandeza infinita de la Naturaleza, grandeza que nos empeñamos en destruir al mismo ritmo que cavamos la tumba de las generaciones venideras, que sin duda alguna se encontrarán con un mundo más duro, inhospitalario y de belleza marchita.

Tramo de bajada hacia Loch Avon, en los alrededores del mismo

Y otra vez, se me presentó la misma situación que anteriormente, pero esta vez agravada. Porque el punto de cruce previsto durante la planificación de la ruta resultó no ser tan fácilmente vadeable, debido en parte a lo accidentado del terreno y en parte a que este año las nevadas fueron muy tardías, con lo que todavía existía una gran concentración de nieve en los puntos altos, nieve que en el momento en el que yo hice la ruta se estaba derritiendo y las corrientes de agua que bajaban por las laderas hacia los lagos, en este caso Loch Avon, llevaban un caudal más que considerable, tratándose no de simples arroyos sino de ríos en toda regla. Con lo cual, analizada la situación en el terreno y tras un buen rato buscando sin éxito un punto de cruce alternativo, decidí cruzar sí o sí por el lugar que creí más accesible, aunque eso no quitó que inevitablemente me metiese en el agua hasta las rodillas, empapando los pantalones y entrando un torrente de agua en las botas, con lo que al final su tecnología impermeable quedó totalmente indefensa ante tal situación. Como sea, logré cruzar para seguir con la ruta marcada, llegando a orillas de Loch Avon, también conocido como Loch A’an, un remoto lago de agua dulce ubicado en lo profundo de las Cairngorms y que es además la fuente del río Avon. Este bellísimo lago está orientado de suroeste a noreste y está delimitado en tres de sus lados por montañas escarpadas, acantilados y peñascos, con su lado noreste abriéndose para proporcionar una salida al río a través de Glen Avon.

Loch Avon. Estas vistas, en medio de estos parajes remotos y escondidos, son la recompensa -y el objetivo en muchos casos- de las largas rutas senderistas en las que, en no pocos casos, se presentan inconvenientes que hay que ir solucionando sobre el propio terreno. Pero siempre termina mereciendo la pena

Tras bordear el lago por su lado suroeste y admirar las impresionantes vistas que se abrían ante mí desde una de sus orillas, proseguí dirigiéndome hacia el noreste para ascender progresivamente por una ladera e internarme en un tramo de garganta del Allt Coire Raibeirt, un curso de agua que desemboca en Loch Avon. Este es, con mucha diferencia, el tramo más duro de toda la ruta, ya de por sí dura en conjunto. Aquí hay que cruzar el arroyo saltando entre piedras húmedas, con el riesgo nada improbable de poder dar un resbalón y caer al agua o salir rodando. Una vez vadeado, hay que subir empleando brazos y piernas por las paredes de la garganta, que son casi verticales, a través de un tramo de longitud considerable, ayudándose en muchos casos de piedras y arbustos que aparecen a los lados y extremando las precauciones para no dar un paso en falso o resbalar y caer hacia atrás en una zona muy accidentada y con alturas nada desdeñables.

Final de la subida a través de la garganta de Allt Coire Raibeirt. Al fondo en la imagen, la cima de Ben Macdui

Una vez superado este tramo, se alcanza una especie de meseta, que es en realidad un falso llano porque tiene pendiente positiva, aunque ni mucho menos comparable a la anterior. Siguiendo en dirección noroeste, en el punto de coordenadas 57º6’50»N 3º39’11»W la ruta da un giro brusco hacia el este para tomar el camino que conduce, en su tramo final, hasta la cima de Cairn Gorm. Este tramo, en apariencia inofensivo, es un gran ejemplo de que nunca, jamás, debe subestimarse a la montaña, mucho menos aún en época invernal. En este mismo emplazamiento tuvo lugar, en noviembre de 1971, el que es considerado como el peor accidente de montañismo ocurrido en Gran Bretaña, en el cual seis estudiantes de quince años de edad de Edimburgo y sus dos líderes estaban en una expedición de navegación; cuando el clima se deterioró adoptaron su plan de emergencia y se dirigieron al refugio Curran -que fue demolido en 1975-, pero se desorientaron y no lograron llegar a él, quedando varados durante dos noches en la meseta alta en medio de una ventisca. Cinco niños y el asistente del líder murieron congelados, y un sexto estudiante y el líder del grupo sobrevivieron a la terrible experiencia con hipotermia severa y congelación.

Ultimo tramo de subida hacia la cima de Cairn Gorm, el cual, a pesar de parecer llano y sin apenas pendiente, se encuentra en desnivel positivo y requiere de cierto esfuerzo para ser superado

Tras la subida por un terreno muy pedregoso y constantemente azotado por el viento, se llega a la cima de Cairn Gorm, de coordenadas 57º7’0»N 3º38’40»W y situada a una altitud de 1.245 msnm. Es la séptima montaña más alta de las Islas Británicas y comparte su nombre con la cordillera Cairngorms y con Cairngorms National Park, de los que forma parte, a pesar de que no es ni la montaña más alta ni la más prominente de la cordillera.

Cima de Cairn Gorm

Cairn Gorm tiene un clima típico de tundra. Hay una estación meteorológica automatizada controlada por la Universidad Heriot-Watt en la cima de la montaña que proporciona datos de temperatura y velocidad del viento, y también hay una estación separada administrada por Met Office (Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido) que publica datos de temperatura y heladas. Con un promedio de 194,4 días de heladas al año, la estación meteorológica de Cairn Gorm es las más fría de todo el país.

Una vez alcanzada la cima, y continuando la ruta, solo queda afrontar un largo tramo de bajada hasta el aparcamiento de la estación de esquí, lugar donde comienza y finaliza el itinerario marcado. La bajada es sencilla y, aunque monótona, hay que ser justos y reconocer que ofrece unas vistas muy espectaculares de Loch Morlich, Glenmore y la zona norte de Cairngorms. El camino pasa junto a un curioso restaurante ubicado en la ladera -estaba cerrado el día en que hice la ruta-, y siempre transcurre por veredas y pistas bien definidas, con lo cual el recorrido es muy sencillo y no alberga ningún tipo de complicación hasta llegar al destino. Una vez en el aparcamiento, si se dispone de vehículo propio no hay problema, pero si, como en mi caso, se depende de transporte público y se llega al lugar unos minutos después de haber salido el último autobús hacia el pueblo de Aviemore, no queda más remedio que llamar a un taxi, algo que no es problema por la cantidad de ellos que hay, todos dispuestos a dar un servicio rápido y eficiente.

En este artículo describo ruta completa, compleja y muy dura físicamente, que precisa ineludiblemente de una preparación y planificación muy concienzudas no solo de la propia navegación por el terreno, sino también, en el caso de depender de transporte público, de horarios y tiempos de cara a poder adaptarse a la oferta de desplazamientos que se ofrece en la zona. Pero todo el esfuerzo y el tiempo invertido en la planificación, la exigencia física que demanda y los percances que hay que ir solucionando sobre la marcha, se ven recompensados con creces con el hecho de adentrarse en una de las zonas más salvajes y agrestes de Escocia y de toda Gran Bretaña, pudiendo admirar de ese modo algunos de los paisajes más grandiosos que la Naturaleza tiene la bondad de poner ante nuestros ojos. Esta ruta es Escocia en estado puro y magia para los espíritus intrépidos y aventureros, una aventura que queda grabada a fuego en el corazón de todo aquel que, con decisión y determinación, se propone hacerla y tiene la suerte de poder experimentar su maravillosa esencia.

Y para cerrar el artículo, me gustaría hacer mención de algunas herramientas, en mi opinión, muy útiles para la planificación de esta ruta. Estas son OS Maps (Ordnance Survey, Servicio de Cartografía del Reino Unido) para obtener la topografía detallada, Google Maps y Google Earth, siempre útiles para obtener una perspectiva -aproximada- en 3D del terreno y poder hacer mediciones de distancias y tener así unos órdenes de magnitud previos, y por último el Met Office (Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido), el cual nos da una aproximación bastante buena de las condiciones meteorológicas que nos podríamos encontrar ya sea en ciudades o en montaña.

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8 comentarios

  1. Karen Gottlieb

    Hola Jesús!!
    Hermoso tu relato tan detallado sobre tus travesías en el campo del senderismo. Como bien se puede leer en tu artículo, es una experiencia muy enriquecedora a todo nivel, mental y físico. Estar en contacto tan estrecho con una naturaleza tan maravillosamente poderosa y sorprendente debe ser una experiencia inolvidable.
    Tu relato nos permite disfrutar ese audaz recorrido para el que debes estar muy bien entrenando sin lugar a dudas.
    De todos modos, comparto las palabras de tu madre 😉
    Ve con cuidado y luego sigue compartiendo tus hermosas aventuras en suelo escocés así como tus fotografías tan bonitas
    Ahhh y sigue sonriéndole así de lindo a la vida
    Feliz domingo Jesús!
    Karen🦋

    1. jgarcia

      Hola Karen,

      Muchas gracias por leerme, y por tus siempre amabilísimos comentarios tan enriquecedores que aportan un plus al artículo en sí.
      Siempre hay que ir con cuidado en la montaña y aplicar el sentido común, es la máxima de cualquier persona que disfruta de manera responsable de este deporte tan maravilloso pero que puede tornarse peligroso e incluso mortal en cuestión de instantes.

      Gracias otra vez y por favor, siéntete libre de visitar el blog cuando quieras, de comentar y de interactuar conmigo, pues yo lo haré siempre con mucho gusto. Abrazos y seguimos en contacto, 🙋🏼‍♂️🙏🏻🤗

  2. Elatri

    Me gusta mucho leer estos artículos porque a través de tus ojos y experiencias ,conozco mejor estas tierras escocesas,tan grandes,llenas de paisajes tan dispares y a la vez maravillosos,pero me preocupa mucho que hagas esas rutas sólo.Si te sucediera algo…quién te ayudaría??
    Sólo decirte que seas muy prudente y precavido y que actúes con mucho sentido común.
    Todos los que disfrutáis de la naturaleza de esta manera tan extrema,me parecéis muy valientes…😘😘

    1. jgarcia

      Hola mamá,

      Gracias por tus amables palabras, no te preocupes que le tengo mucho respeto a la montaña y tengo como máxima aplicar siempre el sentido común. Cuidaos mucho y nos vemos pronto,

      Un beso 😘😘

  3. María

    Hola Jesús

    Creo que esta ruta es la más dura y complicada de las que has publicado. Es impresionante, está claro que tienes muy buena preparación física y conocimientos de orientación para hacer semejante ruta. Estoy de acuerdo contigo en que las generaciones que estan por venir se van a encontrar un paisaje desolador y destruido si no se ponen los medios para evitarlo. Felicidades por el artículo que me ha encantado y gracias por compartir tu experiencia y esas maravillosas fotografías. Hasta la próxima lectura y estamos en contacto 👌👌🙋🏻‍♀️🤗👌👌

    1. jgarcia

      Hola María,

      Muchas gracias por pasarte por el blog y por leerme, y por dejar tus siempre amables comentarios. Para mí es un gusto sincero compartir con todos vosotros las experiencias de mis viajes y mis rutas por las montañas, y para poder hacer estos recorridos necesito mantener un mínimo de forma física -y mental-, si no sería ciertamente inviable meterme en esos terrenos. Además, se hace indispensable el conocimiento de las técnicas de orientación y navegación por el campo. Pero sobretodo y lo más importante en mi opinión, es fundamental tener un gran sentido común y saber dónde están los límites y qué pasos pueden darse y cuales no. Eso evita muchos percances y malos ratos en la montaña, un ambiente que no debe subestimarse porque puede tornarse hostil en minutos.

      Y estoy de acuerdo contigo, hay que poner medios para preservar la Naturaleza, siempre benigna con el ser humano pero que puede llegar el momento en que ya no quede nada sino destrucción y un ambiente casi inhabitable.

      Gracias otra vez María, cuídate y seguimos en contacto, 🙋🏼‍♂️🙏🏻🤗

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