Esta ruta es, quitando un par de tramos con pendientes bastante pronunciadas que requieren de cierto esfuerzo físico, una caminata tranquila con magníficos paisajes que se abren a la vista y varios puntos singulares que la dotan de gran atractivo tanto entre senderistas experimentados como entre familias que solo buscan pasar una jornada agradable en el campo, alejadas del mundanal ruido de las ciudades. Es muy recomendable por su sencillez, distancia y recorrido, y además tiene un punto de partida fácilmente accesible tanto por transporte público como por privado. Excelentes panorámicas, lagos y senderos a través de frondosos bosques son algunos de los elementos que han brindado merecida popularidad a esta corta aunque intensa travesía.
Distancia aproximada: 10,4 km. Duración: 3 horas. Recorrido: Circular. Nivel técnico: La subida hacia la cima de Meall a’ Bhuachaille desde Glenmore requiere de un esfuerzo físico considerable, aunque siempre es a través de veredas bien marcadas y señalizadas. Tras alcanzar la cima, se enfrenta una bajada sencilla pero larga, amenizada con la perspectiva de unos excelentes paisajes. La ruta original transcurre bordeando An Lochan Uaine por su lado oeste, aunque yo la hice bordeándolo por su lado Este, de terreno complicado, abrupto y sin veredas ni caminos existentes, es decir, campo a través. Tras dejar atrás el lago, existe la posibilidad de tomar una pista de tierra para vehículos hacia Glenmore, sin embargo, yo opté por tomar una vereda que se remonta por la ladera sur-este de Meall a’ Bhuachaille, enfrentando una subida algo exigente pero recompensada por unas magníficas vistas de los bosques de Glenmore. A excepción de estos tramos referidos, la ruta transcurre por caminos de tierra para vehículos, amplios y de buen firme, sin dificultad técnica alguna.


Meall a’ Bhuachaille está situado a 10 km al este de Aviemore, al norte de Loch Morlich y el bosque de Glenmore, estableciendo una excelente opción para una primera caminata o primer contacto con los parajes de Cairngorms, ya que es de fácil acceso y tiene el beneficio de excelentes caminos y senderos hacia la cumbre nunca exentos de magníficas vistas. Aquí se tiene la oportunidad de experimentar la belleza y la naturaleza salvaje de Cairngorms sin tener que afrontar las largas distancias y la lejanía de algunos de los recorridos típicos para la coronación de un Munro -en el argot montañero escocés, montaña cuya cima está por encima de los 914 msnm-. La ruta descrita ofrece una gran variedad de elementos, con antiguos pinos caledonios, lagos, bosques y una cresta a menudo azotada por el viento. Además, se puede extender fácilmente a una caminata de un día completo si se continúa por Creagan Gorm hasta Craigowrie.

El itinerario marcado comienza en Glenmore Forest Park Visitor Centre -coordenadas 57°10’04.5″N 3°41’34.3″W-, siguiendo el camino de ascenso señalizado para alcanzar la cumbre de Meall a’ Bhuachaille. Desde prácticamente el comienzo, hay que enfrentar una subida en cierto modo exigente hasta la misma cima, pero que se va amenizando constantemente con las fabulosas vistas que vamos dejando tras de nosotros y en las que son protagonistas los extensos bosques de Glenmore y Loch Morlich, un lago de agua dulce rodeado de playas de arena que además alberga un centro de deportes acuáticos y un club de yates.

Tramo de subida a la cima, desde el cual pueden contemplarse los picos de Cairngorms y los bosques de Glenmore Subida hacia Meall a’ Bhuachaille por su cara oeste Vista de Loch Morlich y los bosques de Glenmore, desde el tramo de subida
En el punto más alto de Meall a’Bhuachaille -coordenadas 57°11’01″N 3°40’16″W- existe un pequeño refugio, o más bien unas cuantas piedras apiladas en forma de pared, posiblemente para resguardar del viento de poniente, que dicho sea de paso, soplaba con especial furia el día en que subí a la cima, haciendo de mi estadía un periodo -corto- de tiempo bastante desagradable y fastidioso en el que fue difícil incluso tomar alguna foto y contemplar con detenimiento los soberbios paisajes que me rodeaban. Pero con todo, mereció enormemente la pena porque, repito, el escenario que se abre ante el espectador una vez arriba es realmente magnífico.
Cima de Meall a’ Bhuachaille Cadena montañosa más septentrional de Cairngorms y parte del extenso bosque de Glenmore, vistos desde la cima Loch Morlich y parte del bosque de Glenmore, desde la cima
Tras dejar atrás la cumbre, no sin cierto alivio debido como ya he comentado al fuerte viento de poniente que soplaba, tomé el camino de bajada por la ladera Este, un descenso largo aunque sin dificultad alguna y que ofrece las que son, posiblemente, las mejores vistas panorámicas de toda la ruta. La vereda termina en un pequeño y bien mantenido refugio de montaña llamado Ryvoan Bothy -coordenadas 57°11’01″N 3°38’45″W-, en el cruce entre ésta y un camino amplio y de buen firme por el que pueden transitar perfectamente peatones, bicicletas e incluso vehículos de motor.
Camino de bajada desde la cima de Meall a’ Bhuachaille, con An Lochan Uaine en el centro de la imagen Lochan a’ Chait -izquierda en la imagen- y el refugio de montaña Ryvoan Bothy -derecha-, vistos desde el camino de bajada
Interior del refugio Vista del exterior desde la ventana del refugio
Generalmente, y llegados a este punto, la ruta continúa hacia el sur. Pero yo tomé el camino hacia el norte para visitar un grupo de pequeños lagos llamado Lochan a’ Chait, un lugar situado apenas a 200 metros de Ryvoan Bothy rodeado de parajes que se abren hasta donde alcanza la vista y en los que es posible experimentar una profunda sensación de paz y tranquilidad acompañada del natural silencio, solamente roto de vez en cuando por el canto de los pájaros moradores de estos lugares.
Tomando el camino hacia el sur, me dirigí deshaciendo mis pasos para llegar nuevamente a Ryvoan Bothy, y de ahí continuar por un camino de tierra amplio y de buen firme hacia una verdadera joya oculta entre antiguos pinos caledonios, un lago de aguas turquesas llamado An Lochan Uaine, que traducido del gaélico viene a significar algo así como lochan verde, o lago verde. Este es un lugar inquietantemente silencioso y tranquilo, rodeado de hermosos paisajes y que incluso tiene una pequeña playa de arena.
En el punto desde el que tomé esta fotografía desayuné el día que hice la ruta. Ni que decir tiene que la fotografía, aunque da una idea de la belleza del lugar, no le hace ni mucho menos justicia a la espectacularidad real del sitio
Un lugar tan asombrosamente bello, y en cierto modo rodeado de misticismo, no podía quedar exento de leyenda, siguiendo la línea del arraigado folklore escocés. Así, se cuenta que esta joya de esmeralda en las Tierras Altas toma su color de las hadas locales, que lavan su ropa en ella dándole su coloración mágica. Según la tradición local, incluso se dice que Glenmore es el hogar del mismísimo Rey de las Hadas, Big Donald. Sin embargo, una explicación más racional y menos caprichosa es que el color en realidad proviene del reflejo del anillo de pinos que rodea el pequeño lago, así como de las algas que se encuentran en el agua.
En el centro de la imagen puede verse el lado Este del lago, por el cual lo bordeé para llegar al lugar desde el que tomé esta fotografía
Lo más habitual es bordear An Lochan Uaine por su lado oeste, siguiendo el camino de tierra que baja desde Ryvoan Bothy. Sin embargo, y siempre buscando hacer la ruta y la jornada lo más intensas e interesantes posibles, yo rodeé el lago por su lado Este, yendo campo a través por la ladera oeste de Creag nan Gall en un terreno pedregoso y complicado, abrupto y sin veredas ni caminos existentes.
Una vez alcanzado de nuevo el carril para dejar atrás el lago, se puede seguir o bien por el camino de tierra que va directamente hacia Glenmore, o tomar una vereda que se remonta a través de la ladera sureste de Meall a’ Bhuachaille para alcanzar una pista que conduce a Glenmore. La opción de la vereda es mucho más dura, pero merece la pena porque ofrece unas vistas realmente increíbles de las montañas Cairngorms y de los bosques de pinos caledonios que se extienden bajo éstas. Tras superar el tramo de sendero estrecho, de firme bastante irregular y a veces incluso pedregoso, se alcanza, como ya he dicho, una pista amplia y muy transitable que lleva directamente a Glenmore Forest Park Visitor Centre, punto de inicio y final de la ruta.
Una ruta corta pero intensa, que permite disfrutar a lo largo de su recorrido de algunos de los elementos más populares y reconocidos de las Tierras Altas escocesas y que, además, constituye una muy buena opción para entrar en contacto con el Parque Nacional Cairngorms y experimentar su belleza y naturaleza salvaje, sin tener que aventurarse en la lejanía y la distancia de las largas travesías típicamente necesarias para coronar la mayoría de sus picos. Magnífica y muy recomendable experiencia, que deja al visitante la mejor impresión posible de lo que es, a grandes rasgos, esta bellísima zona de Escocia.
Y para cerrar el artículo, me gustaría hacer mención de algunas herramientas, en mi opinión, muy útiles para la planificación de esta ruta. Estas son OS Maps (Ordnance Survey, Servicio de Cartografía del Reino Unido) para obtener la topografía detallada, Google Maps y Google Earth, siempre útiles para obtener una perspectiva -aproximada- en 3D del terreno y poder hacer mediciones de distancias y tener así unos órdenes de magnitud previos, y por último el Met Office (Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido), el cual nos da una aproximación bastante buena de las condiciones meteorológicas que nos podríamos encontrar ya sea en ciudades o en montaña.
Creo que tu padre también disfrutaría muchísimo de esas rutas.Sabes que le gusta el senderismo tanto como a tí.A mí también se me llenarían los ojos con tanta belleza.Ya tuve ocasión de comprobarlo.
Hola mamá,
Pues quien sabe, quizá algún día os colguéis la mochila y caminéis por estos parajes conmigo como guía… Tiempo al tiempo.
Un beso y cuidaos mucho, estamos en contacto, 🤗🤗😘
Hola Jesús,
De verdad que envidia me das. Muchas gracias por compartir tus travesías y experiencias. Las fotos son maravillosas, sé que no es lo mismo que verlo en primera persona pero igualmente, son increíbles.
Hasta la próxima lectura 🙋🏻♀️ Cuídate mucho 🤗
Hola María,
Muchas gracias por tus siempre amables palabras. Para mí es un placer compartir mis experiencias con todos vosotros, y como tú bien dices, aunque no es lo mismo verlo por fotos que en persona, al menos da una idea de la impresionante belleza de los lugares por los que tengo la gran suerte de pasar.
Gracias otra vez, María. Nos seguimos 😉🤗🙋♂️