HIGHLANDS – Dalmally y Lochawe

La zona en la que se encuentra el pequeño pueblo de Dalmally se ajusta perfectamente a la descripción de lo que se entiende por zona rural de las Tierras Altas escocesas, conocidas como Highlands. Interminables extensiones de terreno salpicado de granjas, rebaños de ovejas y portentosas vacas de las Highlands… Naturaleza, mucha naturaleza y como no, castillos, lagos e imponentes montañas. Un lugar que por méritos propios merece una visita de varios días para disfrutar plenamente de la esencia pura de este maravilloso rincón, con esa identidad e historia tan suyas que ha cautivado e inspirado a poetas, escritores, pintores y viajeros a lo largo de los siglos, sin haber perdido ni un solo ápice de la magia, el misticismo y la intensidad que aún a día de hoy, en pleno siglo XXI, causa el asombro y la admiración de fotógrafos, aventureros y artistas.

Decir Highlands es decir lagos, montañas y castillos. Pura magia y misticismo

Dalmally es un pequeño pueblo ubicado en la pintoresca zona conocida como Strath of Orchy –strath en el idioma Scots se puede traducir como valle-, aproximadamente a 3 kilómetros al este del extremo más oriental de Loch Awe. Su nombre proviene del gaélico escocés Clachan an Dìseirt or Dail Mhàilidh y su significado es algo así como Pebbled Valley en inglés y Valle de las Piedras en castellano. Probablemente el asentamiento comenzó como un poblado auxiliar al servicio del cercano Castillo de Kilchurn.

Cerca de Dalmally, por donde hoy pasa la carretera A85 que une Oban con Dundee en un recorrido que abarca todo el ancho de Esocia -desde la costa oeste a la costa este-, está el famoso Pass of Brander, un puerto de montaña que ha proporcionado una ruta a través de las Highlands a lo largo de los siglos. Además de ser un importante nexo para la comunicación en estas remotas tierras, fue también un lugar con gran valor estratégico y militar, idóneo para llevar a cabo emboscadas, asaltos y ataques por sorpresa. Fue aquí, en el verano de 1308, donde Robert the Bruce derrotó a los clanes MacDougall y Macnaghten, partidarios del rey Eduardo II, en la Batalla del Paso de Brander, teniendo de ese modo vía libre en su camino para asediar y capturar el castillo de Dunstaffnage.

Paisaje invernal desde Cruachan Dam -la presa de Cruachan-, con Pass of Brander y Loch Awe al fondo de la imagen

A pesar de haber sido una ruta terrestre bastante directa entre Oban y Tyndrum, el área siempre ha sido un lugar solitario y mayormente inhabitado. En 1756 el gobierno construyó una carretera militar para conectar la fundición de Bonawe (🔗), cerca de Taynuilt, con la parte central de Escocia, algo que hizo más segura y placentera la travesía de los viajeros por esta zona. Pero fue durante finales de la década de 1870, tras la llegada del ferrocarril a la costa norte de Loch Awe, cuando se logró abrir la zona al exterior de una forma que el viejo camino militar no había conseguido. El primer desarrollo importante que tuvo lugar fue la construcción del entonces lujoso Loch Awe Hotel (🔗) en 1881, que aún permanece abierto y en servicio en la actualidad y desde el cual se puede disfrutar de unas vistas realmente magníficas del propio lago, el Castillo de Kilchurn y el majestuoso e imponente Ben Lui al fondo, hacia el este.

Alrededor del hotel y de la estación de tren creció un pueblo llamado Lochawe, extendiéndose más tarde a lo largo de la carretera A85, en las laderas boscosas que caen sobre el lago. El actual Ben Cruachan Inn (🔗) fue, en sus orígenes, un garaje para los carruajes que llegaban al gran Loch Awe Hotel, y una embarcación de vapor solía hacer servicios de transporte a lo largo del lago, haciendo paradas en Portsonachan, Taycreggan, Eredine y Ford.

El 15 de octubre de 1965, la Reina Isabel II visitó Loch Awe para inaugurar la central hidroeléctrica de Cruachan, conocida como The Hollow Mountain (🔗) -la Montaña Hueca-, llamada así porque sus instalaciones y los enormes conductos están situados en el interior del rocoso cuerpo de la montaña Ben Cruachan. Existe una anécdota bastante curiosa alrededor de esta central y su fecha de inauguración, y es que cuando llegó el feliz día y la Reina presionó el botón para poner en marcha la estación, a la central aún le faltaban dos meses para comenzar a operar plenamente, por lo que tuvo que echarse mano a algunos efectos especiales cuidadosamente concebidos para la ocasión que ocultaron el hecho a la mayoría de los presentes. No fue hasta el año siguiente que Cruachan estuvo totalmente operativa y, gracias a eso, todos y cada uno de los hogares ingleses pudieron ver la final de la Copa Mundial de Fútbol de 1966 hasta el final de la prórroga. De no haber sido por Cruachan, pocos podrían haberla presenciado dado que la capacidad eléctrica del país aquel año, sin la nueva central, no habría soportado el pico de aquella demanda eléctrica sin precedentes y muchos se hubiesen quedado sin poder ver el partido.

Presa de Cruachan

La mayoría de las personas que siguen la ruta entre Tyndrum y Oban probablemente pasarán por Dalmally y Lochawe sin darse cuenta realmente de su existencia como pueblos, al igual que ocurre con muchos otros asentamientos de las Tierras Altas. Esto les confiere un carácter especial, de lejanía y remotidad que por otro lado puede ser muy atractivo para personas que busquen alejarse de las ruidosas y estresantes urbes, buscando la calma y la tranquilidad necesarias para dar rienda suelta a la creatividad artística. La autora inglesa Mary Stewart, especializada en romances góticos y conocida por su saga de Merlín y Arturo, residió en su casa House of Letterawe de Lochawe, durante la última etapa de su vida.

Y es precisamente esa lejanía, esa desolación, esos paisajes indómitos y dramáticos, lo que hace que la recompensa por haberse detenido en este lugar sea mucho mayor de lo esperado e imaginado. Un lugar repleto de joyas ocultas, con monumentos realmente espectaculares y espacios naturales capaces de competir en belleza y espectacularidad con el mismísimo Glen Coe, pudiendo dejar sin palabras a los viajeros más experimentados. Todo esto es lo que puede descubrirse en los alrededores de Dalmally y Lochawe:

Loch Awe

Este enorme lago, cuyo nombre proviene del gaélico escocés Loch Obha y puede traducirse del inglés como Lago Asombroso, es el tercer lago de agua dulce más largo de Escocia, con una longitud de 41 kilómetros de punta a punta, una anchura promedio de 1 kilómetro y una superficie de 38,5 kilómetros cuadrados. Loch Awe es famoso por la pesca de truchas, y los salmones pasan a través del lago superando el aluvión en el río Awe y continuando hacia el río Orchy. Está rodeado de soberbias montañas y espectaculares valles, y en su conjunto forman algunas de las vistas más espectaculares de las que se puede disfrutar en Escocia. Es algo francamente increíble.

Uno de los clanes más antiguos de Argyll, los Macarthur, poseían tierras alrededor de Loch Awe, y en las zonas próximas también se asentaban los clanes MacGregor, Campbell y Stewart. Fue precisamente en Loch Awe y sus alrededores donde el Clan Campbell inició su expansión y crecimiento hasta convertirse en una de las familias más poderosas y temidas de la Escocia medieval.

Clan Campbell. Imagen tomada de pinterest.com

Dentro del lago hay varias islas, siendo las mayores Innis Chonnell e Inishail. Además, existen las ruinas de varios castillos levantados en las riberas y en algunas de las islas, como Kilchurn Castle en su extremo norte, Innis Chonnell Castle en la isla del mismo nombre, Fraoch Eilean Castle en la isla del mismo nombre y Finchain Castle en una de las riberas del lago. Además, en verano se puede pasear por el interior del lago alquilando una pequeña embarcación (🔗), pudiéndose disfrutar de una agradable experiencia rodeados por unos paisajes de belleza sin igual.

Castillo de Kilchurn 

Kilchurn Castle fue construido alrededor de 1450 por Sir Colin Campbell, primer señor de Glenorchy, y comenzó siendo una torre de cinco pisos con un patio defendido por un muro exterior. En el año 1500 se le añadió un ala y un salón adicional en el lado sur del castillo. Otros edificios se levantaron durante finales del siglo XVI y principios del XVII. Su nombre es de origen desconocido, aunque algunas fuentes citan que podría provenir del gaélico antiguo para darle el significado de Castillo construido en el lago.

En la actualidad, no se aprecia que cuando se construyó, el castillo de Kilchurn estaba en una pequeña isla rocosa dentro del lago Loch Awe, ligeramente superior en superficie a la planta del castillo, lo justo para darle cabida. Muchas fuentes sugieren que el acceso original fue a través de un camino submarino, aunque otras muchas lo desmienten a favor de una pasarela flotante de madera, lo cual es más lógico desde un sentido práctico. El cambio en el acceso fue el resultado de un proyecto de drenaje de 1817 para limpiar la salida principal del lago. Esto bajó el nivel del agua, conectando el montículo rocoso aislado en que el castillo fue construido al continente.

En 1681, Sir John Campbell de Glenorchy fue nombrado primer conde de Breadalbane, y queriendo sacar partido de la inestabilidad y el descontento provocado en las Highlands a raíz de la Revolución Gloriosa de 1688-89, pasó gran parte de la década de 1690 convirtiendo el Castillo de Kilchurn en un moderno cuartel militar capaz de albergar a 200 soldados. Esto propició la adición de un bloque en forma de L de tres pisos, a lo largo del lado norte del castillo. Pero en 1698 el gobierno comenzó a reconvertir Fort William en una estructura militar fortificada a partir de una antigua estructura de madera que se había levantado en la cabeza de Loch Linnhe en 1690. Cualesquiera que fueran las verdaderas intenciones de Sir John Campbell al convertir el Castillo de Kilchurn en un acuartelamiento militar, sus esfuerzos fueron infructuosos frente al establecimiento de Fort William como vanguardia para reprimir los levantamientos armados Jacobitas del siglo XVIII.

Aún así, el castillo fue utilizado como guarnición del gobierno durante las rebeliones jacobitas de 1715 y 1745, aunque los esfuerzos de la familia para venderlo al gobierno no tuvieron éxito. Se marcharon en 1740 y se mudaron al Castillo de Taymouth para dedicar su tiempo y sus esfuerzos a desarrollar sus propiedades en Perthshire. En 1760 el castillo fue gravemente dañado por un rayo y nunca fue reconstruido después de aquello. Rápidamente comenzó a decaer y durante los años siguientes, su techo colapsó y las ruinas del castillo eventualmente se convirtieron en una fuente gratuita de materiales de construcción para los vecinos de la zona.

El castillo tiene todavía hoy una presencia imponente, y puede apreciarse su grandiosidad caminando por el promontorio en el que se erige. Ofrece perspectivas muy diferente desde distintos ángulos, y los barracones militares están en marcado contraste con el aspecto medieval de la torre en el lado sur. Posiblemente, lo más espectacular que se puede observar en el interior del castillo es la parte superior de una torre circular acanalada, arrancada completamente de su base por el rayo que golpeó al castillo en 1760.

En la actualidad, el monumento es gestionado por Historic Environment Scotland (🔗), y en su página web figuran datos de interés relativos a su historia, sus temporadas de apertura al público -durante el invierno el interior del castillo está cerrado- y sobre todo y más importante, cómo llegar hasta allí, ya que no es nada fácil y la señalización, prácticamente inexistente, no ayuda demasiado.

Al igual que muchos otros castillos escoceses, el de Kilchurn es un lugar con una historia larga y vibrante, rodeado de hechos oscuros y misteriosos y un paisaje asombroso y dramático a partes iguales que lo rodea por todos sus lados. En la actualidad es una de las estructuras más fotografiadas de Reino Unido y su aspecto imponente y sobrecogedor, aún en ruinas, le ha conferido un halo de misterio y misticismo que ha sido fuente constante de inspiración para artistas y viajeros de todas las épocas y lugares. Además, existen cuentos y leyendas que tienen como protagonista a este castillo, como el relato que yo mismo escribí y que puede leerse aquí (🔗).

St Conan’s Kirk

La llegada del ferrocarril a la costa norte de Loch Awe fue, en cierto modo, una atracción para la zona, en su mayoría desierta y despoblada. Nuevos -y ricos- propietarios se asomaron por allí buscando habitar en un lugar sereno y tranquilo, o hacer negocios en una zona hasta el momento sin explotar. Uno de ellos fue Walter Douglas Campbell, que compró la isla de Innis Chonain y construyó en ella una casa para él, su hermana y su madre.

Walter Douglas Campbell (1890), por Sir John Lavery. Imagen tomada de
artuk.org

La madre de Walter, la anciana Sra. Campbell, era muy devota y comprometida para con sus ritos religiosos. Pero había un problema de cara a cumplir con sus obligaciones religiosas: la iglesia más cercana estaba en Dalmally, lo cual suponía un largo viaje para una señora de tan avanzada edad. Así, Walter Campbell decidió construir una iglesia en un lugar más conveniente, eligiendo para ello un sitio en la abrupta costa norte de Loch Awe. De ese modo nacía St Conan’s Kirk. La palabra Kirk viene del Scots, el dialecto escocés, para referirse a iglesia presbiteriana.

Vista aérea de la iglesia. Imagen tomada de stconanskirk.org.uk

El edificio original fue construido entre 1881 y 1886, y comprendía la nave y la parte posterior del coro de la iglesia que los visitantes pueden ver a día de hoy. Sin embargo, Walter Campbell tenía planes más grandiosos, y en 1907 comenzó a trabajar en una iglesia mucho más ambiciosa.

Walter, arquitecto autodicacta, hizo los diseños y trabajó en esto hasta su muerte en 1914, quedando su hermana Helen a cargo del proyecto desde 1918 hasta su muerte en 1927, viéndose finalmente completada por los administradores de la congregación. La nueva St Conan’s Kirk se utilizó por primera vez para la adoración en 1930

Toda la piedra utilizada para construir la iglesia provenía de rocas en las laderas cercanas, que fueron rodadas hasta el sitio antes de ser trabajadas. El edificio puede llegar a catalogarse de magnífico, notable y hermoso, pero también de algo excéntrico y extraño. Walter Campbell no diseñó la iglesia para ajustarse a ningún estilo en particular, sino que tomó ideas y diseños de diferentes lugares y períodos, dando como resultado una maravillosa colección de las mejores o más interesantes características extraídas de muchas otras iglesias.

La mejor forma de entrar a la iglesia es a través de la puerta que conduce al Claustro Garth. Antiguamente una característica común, antes de la disolución de los monasterios, este claustro en miniatura es una verdadera joya. La nave y el presbiterio tienen un nivel de detalle realmente exquisito y variado, y posee altas ventanas transparentes, algunas de las cuales se extienden hasta el techo. Hay varias capillas dentro de la iglesia, como la Capilla de San Conval y la Capilla de San Bride del pasillo sur. Más al oeste está la Capilla Bruce, en la cual se encuentra una efigie de Robert the Bruce, más grande que la de tamaño real, tallada en madera con cara y manos de alabastro. Debajo de la efigie hay una pequeña cámara que contiene un hueso de Robert the Bruce, traído aquí desde Dunfermline Abbey.

Efigie de Robert the Bruce

Una puerta desde el Pasillo Sur conduce al nivel superior de los jardines que se extienden desde la iglesia hacia el lago, ofreciendo unas vistas increíbles del entorno, aunque quizá lo realmente interesante es la perspectiva que ofrece del lado sur de la iglesia, espléndidamente excéntrico. Una mezcla de agujas, torres y torretas, un conjunto único adornado con maravillosos detalles como las cabezas de conejo de metal que sirven como boquillas en el sistema de drenaje o los búhos de piedra cuidadosamente tallados. Un lugar verdaderamente único, envuelto en un misticismo y una magia difíciles de encontrar, en uno de los espacios naturales más dramáticos de la zona oeste de Escocia. 

Aquí dejo el enlace a la página web oficial de St Conan’s Kirk (🔗) donde puede encontrarse más acerca de la historia y características del edificio, horarios de visita, servicios que ofrece, su ubicación y como llegar hasta ella, entre otra información de interés.

Monumento a Duncan McLaren

Este pequeño monumento está dedicado a la memoria de Duncan McLaren, Lord Provost de la ciudad de Edimburgo entre 1851 y 1854 y miembro del parlamento de la ciudad desde 1865 hasta 1881. Se convirtió en el tesorero de Edimburgo en 1837, descubriendo así que las finanzas de la ciudad estaban en la ruina y que la capital escocesa estaba en bancarrota. Su trabajo la sacó de la ruina financiera y fue además pionero en la implantación de una educación gratuita para todas las clases sociales, comenzando un programa de construcción de trece escuelas y llevando a cabo una labor social encomiable.

Duncan McLaren Monument

El señor McLaren se casó tres veces, la última con Priscilla Bright, quien erigió este monumento en su honor. Su hija Agnes McLaren -fruto de su segundo matrimonio- fue la primera mujer escocesa en convertirse en una doctora totalmente cualificada, y la primera mujer en brindar asistencia médica a las mujeres en la India que, debido a la costumbre, no podían acceder a la ayuda médica de los médicos varones. Además, Agnes participó activamente en causas de justicia social, incluidas protestas contra la trata de esclavos.

Duncan McLaren

El monumento consiste en una cruz celta sobre una base, en la que figuran el rostro esculpido de Duncan McLaren y varios textos dedicados. Personalmente me llamó la atención el lugar en el que está ubicado, alejado de la civilización en un paraje remoto, el lugar exacto donde una vez estuvo la cabaña de sus primos, esa en la que pasó gran parte de su infancia y en la que vivió durante su breve asistencia escolar. Si no se sabe exactamente dónde está el monumento, fácilmente puede pasar desapercibido, ya que apenas se aprecia desde la antigua carretera militar -ahora la carretera B8077- que cruza Stronmilchan y pasa cerca del mismo. Pero merece la pena subir y contemplarlo de cerca, por que la cruz celta es una auténtica obra de arte ricamente decorada, y los paisajes desde el monumento son realmente brutales. En mi opinión una joya oculta, muy oculta.

Puente de Dalmally 

Este puente de tres arcos, construido en piedra sobre el río Orchy, fue obra de Ludovic Picard, un arquitecto que trabajó para John Campbell, 3rd Earl of Breadalbane and Holland en 1780-81. Fue construido para facilitar el movimiento de tropas y ganado, como parte del viejo camino desde Bonawe, a través de Stronmilchan, hasta Dalmally, dentro del camino militar entre Tyndrum y Oban. Está ubicado a unos 150 metros al noroeste de la Iglesia de Glenorchy.

El puente se ha fortalecido y reparado en varias ocasiones desde 1781, pero aún soporta la fuerza del caudaloso río Orchy y es uno de los lugares favoritos en la zona para la pesca de truchas y salmones. Para más detalles acerca del puente, puede visitarse una sección dedicada al mismo en el sitio web Canmore (🔗), una base de datos de información sobre sitios arqueológicos, monumentos y edificios históricos en Escocia, mantenido desde 2015 por Historic Environment Scotland.

Glenorchy Parish Church

La Iglesia de Glenorchy se encuentra cerca de la orilla sur del río Orchy, en el pueblo de Dalmally. Tiene un diseño inusual, con forma octogonal y una torre en el extremo oriental. Sus fachadas blancas le dan un aspecto bastante curioso, muy diferente al que luce su vecina St Conan’s Kirk.

El edificio fue encargado por John Campbell, I Marqués de Breadalbane, y construido en 1810-11 con un coste de 1.552 libras de la época. Su estilo suele describirse como gótico renacentista. Su diseño corrió a cargo del arquitecto James Elliot de Edimburgo, quien en ese momento estaba trabajando en la reconstrucción del castillo de Taymouth, cerca de Kenmore, para el Marqués de Breadalbane.

Iglesia de Glenorchy. Imagen tomada de geograph.org.uk

El interior es sencillo, atractivo y acogedor. La luz entra a través de siete grandes ventanas en forma de arco apuntado, situadas una en cada lado del octágono, excepto en la cara contra la cual se encuentra la torre. El punto focal es el púlpito y la mesa de comunión en el extremo oeste de la iglesia, sobre la cual hay una excelente vidriera de 1889. La torre se eleva en cuatro niveles, y fue diseñada originalmente para proporcionar un campanario en su nivel superior.

Se cree que la primera iglesia que hubo en el lugar era de origen medieval, siendo reemplazada por una construida en 1615 por Sir Duncan Campbell de Glenorchy. Debido a su mal estado, la iglesia de 1615 fue reemplazada por la actual de planta octogonal.

Los orígenes medievales del sitio se reflejan en la valiosa colección de piedras y losas a la vista en el cementerio alrededor de la iglesia, que fue el lugar de enterramiento de los jefes del Clan Macgregor durante la Edad Media, el primero en 1390 y el último en 1528. Más reciente es la enorme caja de hierro sobre una tumba cerca de la torre, que data de principios de la década de 1800, cuyo objetivo era el de disuadir a los ladrones de tumbas.

El cementerio junto a la iglesia. Imagen tomada de pinterest.co.uk

Hay varias páginas web que tienen secciones dedicadas a esta iglesia, y otras donde se habla y se hace referencia al edificio de una u otra forma. Aquí dejo los enlaces a dos páginas que a mi parecer son las más oficiales, una es la propia página web de la iglesia (🔗) y la otra es de la asociación Scotland’s Churches Trust (🔗). En ambos sitios puede encontrarse información acerca de su historia, de los servicios que ofrece y sobre cómo llegar al lugar.

Glenorchy War Memorial 

A tan solo unos pasos de la iglesia, siguiendo la carretera B8077 -Stronmilchan Road-, en una posición elevada sobre Dalmally Bridge, podemos ver un memorial de guerra dedicado a los soldados caídos originarios de Glenorchy que lucharon en las dos guerras mundiales.

Glenorchy War Memorial

Este monumento está compuesto por una magnífica cruz celta sobre una base en forma de tronco de pirámide, en cuyas caras pueden leerse varios textos inscritos en homenaje y en referencia a la identidad de los soldados caídos. Se inauguró el 11 de octubre de 1924, en honor a los caídos en la Primera Guerra Mundial, y se rededicó el 6 de noviembre de 1949 para incluir a los caídos en la Segunda Guerra Mundial.

Glenorchy War Memorial

Monumento a Duncan Ban MacIntyre

Este monumento fue diseñado por el arquitecto escocés John Thomas Rochead (1814 – 1878), principalmente conocido por haber sido el diseñador del Monumento a William Wallace en Stirling. Fue erigido tras un concurso público en 1859 para honrar al poeta gaélico Duncan Ban MacIntyre, en las colinas cercanas al pueblo de Dalmally. Fue descrito en la prensa contemporánea como el estilo de la arquitectura druida.

Este extraordinario e incluso imponente memorial construido en granito, tiene una altura de unos 13,5 metros y se levanta sobre el antiguo camino militar de Inveraray a Dalmally, dominando Glen Orchy y ofreciendo unas vistas espectaculares de Loch Awe y sus islas. Está rodeado por algunas de las montañas más espectaculares de esta zona de Escocia y la mismísima reina Victoria del Reino Unido quedó maravillada con el entorno del monumento, cuando vino a visitarlo en 1875.

Duncan Ban MacIntyre -en gaélico Donnchadh Bàn Mac an t-Saoir– nació en Druim Liaghart, un pueblo ya desaparecido a las orillas de Loch Tulla, en la zona de Glen Orchy. Trabajó en varias ocupaciones, entre ellas como soldado en el Argyll Regiment of Militia, como guardabosques y como agente de policía en la Guardia de la Ciudad de Edimburgo. En su etapa como militar luchó por las fuerzas de Hannover durante el levantamiento jacobita de 1745-46.

Participó en la Batalla de Falkirk de 1746 como sustituto de un caballero local, Archibald Fletcher de Crannach, y en ella llegó a perder su espada durante la lucha. Cuando regresó de la batalla, el caballero que le había encargado que luchara en su lugar le negó el sueldo a MacIntyre a causa de la espada perdida, y fue en respuesta a aquel episodio que Duncan compuso un poema en clave de humor, satirizando al caballero y la espada que había perdido.

Duncan se mudó a Edimburgo en 1767 y pasaría allí el resto de su vida, sirviendo con los Breadalbane Fencibles -los Highland Fencible Corps fueron un grupo de varios regimientos de voluntarios creados para servir como defensa doméstica en caso de una posible invasión extranjera- y la Guardia de la Ciudad antes de retirarse en 1806.

Durante su tiempo en Edimburgo compuso varios poemas que fueron premiados y se ganó el reconocimiento de los círculos literarios de su época. Pero lo realmente curioso y meritorio de este señor fue que permaneció analfabeto durante toda su vida. En su región natal no había escuela, y mantuvo toda su poseía en la memoria, es decir, sus poemas fueron memorizados y posteriormente transmitidos oralmente, para luego ser escritos en su idioma original gaélico por el ministro de Lismore, Donald MacNicol, siendo posteriormente traducidos al inglés.

Imagen tomada de reigal.co.uk

La mayor parte de su poesía es descriptiva y está muy influenciada por la de su contemporáneo, el poeta escocés Alasdair mac Mhaighstir Alasdair. A pesar de los disturbios jacobitas que sacudieron Escocia durante su vida, fue su experiencia como guardabosques en Argyll y Perthshire al servicio del duque de Argyll lo que tuvo un mayor impacto en su poesía. De hecho, la importancia de la poesía temática de la naturaleza de Duncan Ban MacIntyre es tal que, junto con la Alasdair, es considerada como el cenit de la poesía gaélica de la naturaleza.

Como guardabosques, Duncan Ban siempre fue enemigo de las ovejas y de las autorizaciones que vio a lo largo de su vida para deforestar parcelas de bosques. La gente local todavía se deleita en citar su Canción de los zorros, traducida del gaélico escocés al inglés, y de éste al castellano -el poema en inglés puede leerse en la página web loch-awe.com (🔗):

Mi bendición con los zorros mora /

Que tan bien cazan a las ovejas /

Ill fa’ [¿?] la oveja, una nación de cara gris /

Eso barrió nuestras colinas con desolación.

Vacas de las Highlands

La zona de Dalmally y Loch Awe es el hogar de muchas vacadas del famoso ganado Highland. Nadie sabe el origen exacto de esta peluda raza, tan distintiva de Escocia, aunque se cree que puede remontarse a una cepa de ganado que fue traído al norte de Gran Bretaña en el Neolítico.

Cualquiera que sea su origen, el ganado Highland ha cambiado poco en los últimos 300 años, excepto que la mayoría eran negros. Estos kyloes negros, como se los conocía, eran más pequeños que el ganado actual que ahora tiene una amplia gama de colores: rojo, amarillo, atigrado, pardo e incluso blanco.

El ganado de las tierras altas es muy popular hoy en día en esta área, ya que puede parir y vivir en el exterior todo el año, sin la necesidad real de unas instalaciones, pese a la dureza extrema del clima escocés, especialmente en invierno. Sus gruesos pelajes de doble capa forman barreras efectivas contra el viento y la lluvia. La capa exterior es larga y fuerte para resistir la lluvia y la capa interior suave y seca para mantenerlos calientes. Es una raza de ganado bastante tranquila y pacífica, incluso huidiza de toda aquella persona que no les resulta familiar.

El ganado de las tierras altas se ha exportado a muchos países, incluidos Austria, Bélgica, Canadá, Alemania, Estados Unidos, Australia, Suecia y Suiza. No solo son populares por su buen aspecto, sino que son muy eficientes en el pastoreo de hierba en bruto y, en última instancia, producen una carne deliciosa, natural y casi orgánica.

Pese a su imponente apariencia, son animales muy pacíficos y tranquilos, incluso huidizos

Rutas de senderismo por la zona

Como es de suponer, en un lugar con semejante entorno natural hay, entre otras muchas cosas, unas rutas de senderismo realmente maravillosas. Yo he podido disfrutar algunas de ellas y puedo asegurar que todas tienen algo especial, algo que las hace diferentes. Absolutamente todo es dramático y espectacular. Grandiosos valles, imponentes montañas alzándose majestuosas y vigilantes, grandes lagos… todo ello rebosante de vida animal y vegetal. Una zona envuelta en un halo de misticismo, magia y romanticismo que alcanza su punto álgido cuando entramos en contacto directo con ella a través del senderismo. Los valles ahora desiertos y desolados, pero que hace apenas dos o tres siglos estuvieron salpicados de aldeas pobladas por los diferentes clanes, son atravesados por caminos de ganado trazados a fuerza de constancia por los Highlanders y sus rebaños, o por antiguas carreteras militares que una vez vieron pasar a las tropas británicas, con el fin de controlar estas inhóspitas y rebeldes tierras.

Descubriendo nuevos lugares

Glenstrae, Glen Orchy, Cruachan, Loch Awe… muchos lugares para recorrer en una caminata fácil y placentera, a través de caminos y veredas bien establecidos, o montañas para alcanzar sus cumbres campo a través en rutas de trekking mucho más exigentes y aventureras. Opciones para todos los gustos y niveles que hacen de este lugar uno de los más populares de las Highlands occidentales entre los montañeros y senderistas locales y nacionales.

A través de los bosques, cerca de Loch Awe

Si quieres conocer algunas rutas por la zona, visita en este blog la sección de Trekking – Rutas en Reino Unido (🔗) y encontrarás algunas de ellas muy interesantes, aunque eso sí, la mayoría muy exigentes físicamente. Pero como es sabido, mientras más dura la ruta, mayor la recompensa, especialmente por las panorámicas que se presentarán ante nosotros y por la satisfacción de haber superado el reto.

Conocer lugares como Dalmally y Loch Awe es darse cuenta de la inmensidad de Escocia y de nuestro planeta. Un rincón tan pequeño y que sea capaz de ofrecer semejante variedad de atracciones y actividades, desde monumentos todavía en uso hasta castillos ya en ruinas, que una vez fueron poderosos baluartes para los señores feudales, pasando por un entorno sobrecogedor plagado de rutas de senderismo, que nos muestra a cada paso la pequeñez del ser humano en comparación con el poder y la magnificencia de la naturaleza, y que nos invita a adentrarnos en ese ambiente místico y mágico por el que son tan célebres aquellas Tierras Altas.

Y aún así, no está exento de comodidades para hacer de una vista a la zona una experiencia placentera y relajante. Hoteles, comercios y medios de transporte hace de este lugar un apropiado destino turístico para disfrutar de la Escocia más profunda, inhóspita y salvaje sin tener que desconectar al 100% de las comodidades del mundo moderno. Aquí dejo varios enlaces de gran utilidad acerca de los alojamientos -B&B, Hoteles y Self – Catering-, los comercios/servicios y los medios de transporte -hay estaciones de tren en Dalmally y en Lochawe que conectan directamente con Glasgow- para llegar a la zona:

Alojamientos: https://loch-awe.com/where-stay/

Comercios/servicios: https://loch-awe.com/local-businesses/

Medios de transporte: https://loch-awe.com/travel/

 
 
Para la redacción de este artículo me he apoyado principalmente en mis propias experiencias, recuerdos y material fotográfico. Pero para documentar la historia de los lugares y poder incluir un pequeño resumen de esa historia, he tenido que buscar apoyo externo. Y ese apoyo lo he obtenido de una fantástica página web que contiene valiosa información acerca de Dalmally, Lochawe y de sus dos monumentos más emblemáticos, el Castillo de Kilchurn y St Conan’s Kirk. Aquí el enlace:

Undiscovered Scotland

Otros sitios, no menos interesantes y útiles y que también me han servido de guía para la redacción, son las páginas web de las asociaciones locales Dalmally Historical Association y Loch Awe Community. Aquí los enlaces:
DALMALLY HISTORICAL ASSOCIATION
LOCH AWE COMMUNITY
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4 comentarios

  1. Maria

    Que suerte poder disfrutar de toda esa naturaleza y su entorno. De los valles, montañas y de todos esos castillos llenos de misterio e historia. Realmente un sitio espectacular. Como siempre me ha encantado el artículo y poder conocer un poco más Escocia. Gracias por compartirlo y aquí te dejo un proverbio escoces:

    Que nunca caiga el techo encima de ti y que los amigos reunidos debajo de él nunca se vayan. Que siempre tengas palabras cálidas en un anochecer frío,una luna llena en una noche oscura y que el camino siempre se abra a tu puerta.

    1. jgarcia

      Hola María,
      Agradezco tus amables palabras, y me alegro de verdad que te haya gustado el artículo y te haya acercado un poco más, aunque solo sea con palabras escritas e imágenes, esta maravillosa parte del mundo que son las Tierras Altas de Escocia, muy dignas de visitar y que sin duda alguna te recomiendo cuando toda esta locura de las restricciones en los viajes toque a su fin.
      Me ha gustado mucho esta aportación tuya con el proverbio escocés, que con tu permiso, lo tomo prestado para embellecer imágenes y publicaciones futuras.
      Honrado de que dediques parte de tu tiempo a la lectura de mis textos, te deseo una feliz semana.
      Un abrazo María, estamos en contacto 😉

  2. Isabel

    Una maravilla de sitio. Fue una maravilla y un gran privilegio haber vivido en esa zona. Desde luego lo que más resalta es la magia que hay en el ambiente. Se respira paz, tranquilidad…es un regalo cada paso que se da allí.
    Enhorabuena de nuevo! 😘😘

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