Ruta Ardales – El Burgo siguiendo el itinerario de la Etapa 22 de la Gran Senda de Málaga – GR 249

Distancia aproximada: 23 km. Duración: 5 horas. Recorrido: Lineal. Nivel técnico: fácil, dado que durante todo el trayecto se transita por carriles forestales y pistas de tierra en buenas condiciones, aunque es una ruta que por tramos requiere de un esfuerzo físico considerable, puesto que en algunos puntos se alcanzan pendientes positivas superiores al 11% hasta llegar a cotas por encima de los 800 msnm, momento en el cual comienza el descenso con algunos tramos en pendientes negativas superiores al 13%.

En esta review reflejo mis impresiones acerca de la ruta que hice entre los pueblos vecinos de Ardales y El Burgo, siguiendo el itinerario de la Etapa 22 de la Gran Senda de Málaga – GR 249, que tiene su inicio y su final en el Río Turón a su paso por estos dos municipios.
Existe una ruta alternativa, cruzando por carril el valle a los pies de la Loma del Castillo en dirección suroeste hasta encontrarse con la carretera MA-5402, pero esta ruta, aunque más corta y directa, la mayor parte de ella transcurre por carretera, quitando atractivo a la ruta homologada como Etapa 22 y añadiendo un riesgo extra, como es el de circular por una vía por la que también circulan vehículos a motor, y en muchos casos, grandes vehículos agrícolas y camiones de gran tonelaje.
En la Etapa 22 de la Gran Senda de Málaga – GR 249, el recorrido llega a ascender a más de 800 metros de altitud, con algunas ascensiones y descensos de importancia en una ruta de longitud nada desdeñable, en la cual hasta la mitad aproximadamente se camina hacia el oeste para girar hacia el sur a partir del paraje de Los Márquez, cubriendo de este modo los 23 km que separan los puntos inicial y final de la etapa.
El punto de partida podría ubicarse justo sobre un pequeño puente construido en piedra que cruza el Río Turón, a su paso por el municipio malagueño de Ardales al noroeste de su núcleo urbano, con coordenadas 36º52’57.70»N 4º51’3.54»W. Pese a su humilde apariencia, esta obra de paso de origen romano aún conserva elementos originales con 2.000 años de antigüedad. Tanta es su historia, que he dedicado a esta magnífica joya oculta un artículo en exclusiva, titulado Puente Romano de la Molina, donde le presto toda la atención que merece.

Es una ruta sencilla, en la que tan sólo hay que seguir la señalización de los pequeños postes verticales de madera ubicados en los cruces y a lo largo de los carriles.
Durante los primeros 3,3 kilómetros la ruta transcurre por entre campos de cultivo de secano, donde las extensiones de tierra calma son las protagonistas de este paisaje, salpicadas por algunas parcelas sembradas de olivos y almendros. El trazado va ganando altitud continuamente desde los 350 msnm -punto de inicio- hasta los 500 msnm.
Cuando llegué al cruce de carriles señalizado como enlace a la ruta PR-A 90 Sendero Cerro del Calvario – Capellán – Turón, hice un alto para salirme del itinerario y visitar las ruinas -imponentes todavía- del Castillo de Turón, ya que pasando tan cerca de este monumento hubiese sido una pena no aprovechar la ocasión.
La única manera posible de acceder al castillo es andando campo a través, remontando una de las laderas del cerro sobre el que se ubica. De difícil acceso, esta circunstancia ha sido la doble cara de la moneda para su conservación y mantenimiento: Lo que sin duda ha sido una ventaja para su conservación se ha convertido, a la larga, en un problema de deterioro, viéndose castigado por la vegetación, el desgaste natural y la meteorología -además de por olvido por parte de las autoridades competentes-.
A poco más de tres kilómetros de la Villa de Ardales, en la actualidad es una de las fortalezas medievales más desconocidas de la provincia de Málaga. Fortificada por mandato de Muhammad V en 1362, como fortaleza de frontera, desde ella se defendió al Reino nazarí de Granada del empuje de los ejércitos castellanos que se organizaba desde el Castillo de la Estrella en Teba.
El castillo de Turón debió de ser una fortificación extraordinaria, de aspecto imponente y temible, con dos puertas y un alcázar en el que una torre de homenaje controlaba todo el valle. Más de diez torreones y una segunda muralla o barbacana defendían este recinto militar, prácticamente inexpugnable.
Imagen tomada de www.castillosnet.org
En 1330, durante la toma del Castillo de Teba, fue la base logística de las tropas granadinas. En 1450 fue conquistado, y desde entonces, perdida su importancia estratégica y caído en el olvido, su deterioro hasta nuestros días ha sido continuo.
Dada la naturaleza de este complejo y su función principal, está ubicado en un punto privilegiado sobre el que poder controlar sus alrededores y los accesos, y como tal, hace las veces de mirador con unas vistas soberbias del valle situado a sus pies, de los campos y las sierras circundantes y del mismo municipio de Ardales.
No existe mucha más información acerca de este castillo de la que yo he reflejado aquí, extraída de la página web del Ayuntamiento de Ardales y de una fantástica web dedicada a castillos tanto españoles como de otros países, que viene a ser una especie de recopilatorio de fichas técnicas con gran abundancia de detalles y fotografías. Aquí los enlaces:
Ayuntamiento de Ardales – www.ardales.es
CastillosNet – www.castillosnet.org
Tras esta visita, que implicó una subida y una bajada por un terreno escarpado y complicado -y que está totalmente fuera de la ruta homologada que sigue la Etapa 22- pero que tanto mereció la pena, ambos desde el punto de vista histórico-monumental y paisajístico, volví al carril de nuevo para seguir la señalización establecida.
Continué caminando por un tramo de aproximadamente 6,5 km en pendiente positiva, por carriles anchos y de muy buena superficie, perfectamente transitables a pie, en bicicleta o con vehículos a motor -aunque estos últimos sujetos a restricciones y permisos especiales para poder circular-, atravesando bosques de pinos y algunos campos de cultivo, y respirando la paz, la calma y la tranquilidad que estos parajes pueden proporcionar a aquel que es afortunado de poder estar entre ellos. Así, entre la suave brisa, el canto delicado y fugaz de algún pájaro y el cúmulo de sensaciones y emociones que mis sentidos transformaban a partir de todo lo que esta naturaleza ofrece, llegué a la cota más alta de la ruta, a 10,5 km del punto de inicio y con 814 msnm.
A partir de aquí se produce un cambio de dirección, ya que hasta ahora la ruta seguía la dirección este-oeste (sentido de la marcha oeste), y en adelante sigue en la dirección norte-sur (sentido de la marcha sur). Además, desde este punto comienza el descenso hasta el municipio de El Burgo, variando la altitud desde los 814 hasta los 570 msnm aproximadamente.
Oficialmente, las coordenadas del punto final de la etapa son 36°47’27.5″N 4°56’40.2″W, aunque se puede continuar un poco más y llegar hasta la rotonda de El Cruce junto a la gasolinera. Ahí pueden encontrarse restaurantes y bares donde comer y refrescarse después de tan exigente caminata, además de tiendas y supermercados donde poder comprar comida y provisiones si es el caso.
En esta imagen tomada casi llegando a El Burgo, punto final de la etapa, se observa, al fondo tras los campos cultivados, la Sierra de la Cabrilla, a la cual subí haciendo cumbre en condiciones invernales en 2018. La review aquí.
Quizá haya que tener en cuenta la época del año en la que se quiere acometer esta fantástica ruta. Los principales factores a tener en cuenta son que aproximadamente hasta la mitad es subida, con algunas pendientes en positivo de importancia, además de que la etapa tiene una longitud considerable, circunstancias que unidas a las altas temperaturas y la sequedad típicas de estos terrenos en época estival, pueden hacer de ella una caminata realmente dura e incluso arriesgada.
En mi opinión, quizá la mejor época del año para hacer la etapa podría ser entre Abril y Mayo, donde los fríos del invierno han desaparecido y las temperaturas, sin llegar a ser calurosas como en verano, pueden acompañar y hacer mucho más agradable una salida al campo.
Por último, me gustaría hacer mención de algunas herramientas, en mi opinión, muy útiles para la planificación de esta ruta. Estas son el Visor Iberpix del Instituto Geográfico Nacional para obtener la topografía detallada, y Google Maps y Google Earth, siempre útiles para obtener una perspectiva -aproximada- en 3D del terreno y poder hacer mediciones de distancias y tener así unos órdenes de magnitud previos.